lunes, 1 de febrero de 2010

Momentáneamente barra atemporal

La risa. Todo me da la risa. Y lo que no me da la risa me da pena. Entonces prefiero que me da la risa. La verdad estoy muy sorprendida, de todo lo que puede pasar en tan poco tiempo y sobretodo de lo que puedes aprender de ello.
Como cambian las cosas de un día para otro, de un momento a otro o tras ver una película que te deja los pelos de punta o tras escuchar una canción, o ver una foto... Cambios. Todo va de cambios. Los externos te condicionan, cambian a raiz de eso los internos. Los internos cambian en parte los externos. Y cuando cambian los externos y los internos, entonces es que cambió todo. El cambio del cambio.
Bien, eso es justo lo que acaba de pasar.
No me asusta la temporalidad del cambio, ni siquera me apetece pararme a pensar que es lo que ha cambiado exactamente. Quizás sea un punto muerto, o una especie de paréntesis.
Por un momento creí, que se debía por una gran decepción. Una pequeña decepción que desembocó en muchas pequeñas decepciones, hasta que finalmente todo resultó decepcionante. Por un mísero momento, hasta lo gratificante, y lo venerado, resultó estupidamente decepcionante. Por un momento, sólo por un momento, también creí que quizás las casualidades propiciadas por el irremediable azar, querían estas consecuencias, consecuencias de cambio.
No está la decepción en el cambio, es más, el cambio es más bien una solución. La decepción está en las causas del cambio; o eso fue lo que creí "por un momento". (Menudo lío)
Pero a todo momento, le sigue otro y otro y otro y otro. Como no tengo la más remota idea de lo que me va a tocar "creer" en el momento siguiente, prefiero dejar el argumento indeterminado, las razones inacabadas y las causas y consecuencias aún ni escritas. Prefiero esbozar, y gastar papeles borrador. Ya no previsible al momento siguiente, sino esperando a que el momento se acabe, y comience uno nuevo. Y así, sucesivamente.

Así es que esperando momentos, me olvido de vivir cada momento en sí.
(Y creo que esas son las causas, las consecuencias y el cambio).
Es decepcionante. ¿Verdad?

Lo decepcionante propicia un cambio. Por eso cambia, el cambio.
¿Y el momento siguiente?

(No habéis entendido nada, me imagino)

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