domingo, 24 de agosto de 2008

Gotas de agua en un baño mañanero

Se escucha el aullido de las sábanas, acto seguido estallan las campanadas que producen los pies descalzos sobre el suelo de madera, por último y cambiando de ambiente, el telón es arrojado al mármol dando sentencia a la impaciente espera. Empieza el rutinario espectáculo.
Acariciando la pista de hielo se abren paso a través de las gradas de metal. Caída libre tras la triunfal entrada. Sólo las más fuertes sobreviven agarrándose a la superficie más cercana. Entonces sus movimientos, pícaros y delicados, las convierten en bailarinas de cristal, tan frágiles que se pueden quebrar en mil pedazos, bañando la calurosa armonía invernal, quizás la fresca mañana de verano que forman las gotas inertes del falso manantial.
Las artistas saltan, ruedan, bailan al son de la melodía que dibuja el movimiento, al compás de lo aún incompleto o al silencio de lo acabado, tan sólo pisando lo ya pisado, mojando lo ya empapado.
Terminan atrapadas, sumergidas entre las lágrimas de las más débiles, como encerradas en un laberinto de espejos. Allí descansan envolviendo un torso desnudo, siendo víctimas de vulgares bailarinas de soja y melocotón que provocan oleaje a la serena mar.
Finalmente sus cuerpos son arrastrados hacia el vacío y en un remolino de vítores y aplausos se despiden con desparpajo dejando atrás compañeras que escaparán con el aire cuando el tiempo se deshaga de ellas, utilizando antes como sombra olvidada el rastro de grandes artistas que ahora tan sólo forman parte de la vulgar y absurda nada.

sábado, 16 de agosto de 2008

Quiero volar como en mis noches infantiles, quiero celebrar los buenos recuerdos, quiero apoderarme de las sonrisas y dibujarlas en mi mente para que todas las mañanas me despierten pesando en lo que fue, en lo que ya no es, en lo que puede llegar a ser.
Quiero una caja violeta para guardar los grandes momentos, la quiero para poder abrirla y revivirlos una y otra vez, la quiero porque tengo algo que revivir, la quiero porque tengo con quien quererla.
Quiero ser lo que no soy, tener lo que no tengo, ir en lugar de venir, gritar en vez de callar.
Quiero poder descubrir que se esconde tras esas cabelleras morenas, pelirrojas, rubias y teñidas, que verdad es la que comparto, que mentira es la que aborrezco, que verdad es la que no soporto, que mentira es la que acepto.
Quiero evitar la impotencia, la vergüenza, la soberbia.
Quiero revolcarme en la curiosidad y escuchar lo que quiero oir, oir lo que quiero escuchar.
Quiero poder predecir que pasaria si, conocer el mañana y adelantarme al presente, conocer el presente para predecir el mañana.
Quiero en definitiva que todo el mundo vea lo que yo veo.
Quiero tumbarme en la carretera y ver cambiar el color del semaforo, quiero verter jabón a una fuente, quiero arrancar flores y hacer de ellas una peluca, quiero jugar con pinturas y bañar una pared lisa, quiero una camara para plasmar estos momentos, quiero un rotulador rojo para pintar lo que siento, lo que pienso, para dibujar lo que quiero.
Quiero hablar de más y que a nadie le importe, quiero callar sin sentirme incomoda, quiero conocer sintiendo que ya he conocido, quiero apoderarme del mundo y hacerlo rodar a mi aire.
Quiero lo que no tengo y tengo todo lo que quiero.
Y la sociedad quiere que a esto lo llame adolescencia...
aún así, yo la seguiré llamando Paqui, es menos comercial.

Haz de ti algo no comercial sino quieres estar a la venta.

jueves, 14 de agosto de 2008

bienvenidos a Ojos de Perro Azul





Un lugar para los amantes de los relatos breves, y no tan breves, que pretende ser punto de encuentro y desencuentro de escritores y lectores... Un lugar para leer y para contar lo leído, un lugar para tí.