jueves, 17 de noviembre de 2011

BARCELONA

La luna, arrogante, ilumina sus tejados.
Chaflanes acentuados con balcones de cristal.
Los amigos, la cerveza, los vicios conquistados.
Modernismo que intimida a las persianas de metal.

Edificios agrietados descubren calles diminutas.
Las tiendas, el arte, los rincones del Raval
La rambla de las flores, ladrones, prostitutas
La luz y los colores, seis de arena dos de cal.

No recuerdo lo de anoche...
unas copas en la plaza,
y un baño en el mar.
El metro, dos ingleses; llego tarde a trabajar.

Suda brisa fresca, tranquilo frenesí...
Barcelona es poderosa y su magia es especial.