Una persona puntual suele llegar a tiempo. A ellos se les puede permitir un retraso, al fin y al cabo siempre están esperando. Esperando por los impuntuales. Si todos fueramos puntuales nadie esperaría por nadie. El problema es que siempre hay alguien que espera y otro que llega tarde. A los puntuales suele no molestarles esperar, como ya he dicho, están acostumbrados. Pero eso no significa que les guste estar plantados mirando el reloj, simplemente lo aceptan. A los impuntuales por más que les importe la actividad que vayan a realizar, atrasan hasta el último momento el proceso, incluso aún sabiendo que llegan tarde se quedan parados, quietitos, mirando a la nada y pensando "llego tarde". Los impuntuales preocupados suelen darse prisa y sentir que no está bien, que para la próxima habrá que hacerlo de otro modo. Aún así adoptan la misma postura que un despreocupado, y así siguen llegando tarde una y otra vez.
¿Alguna vez os ha pasado de llegar a un sitio en el que habías quedado y que la persona en cuestión se marchara antes de tu llegada porque ya "era demasiado tarde"?
Pero... ¿cuando es demasiado tarde? Para evitar plantearte esto procura no entretenerte, fijarte el objetivo concreto sin distracciones, no significa volcarse en llegar a la hora, pero sí mostrar un mínimo de interés aunque sólo sea por el hecho de saber que la otra persona te está esperando. Se puntual. Así no tendrás que asumir preguntas dificultosas, situaciones ambiguas, consecuencias indeseables.
im-puntual. # (más en castellano que en inglés, por ahora)
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