martes, 22 de marzo de 2011

Nada.

Todo el mundo sabe lo que sucede al colocar dos espejos, uno mirando al otro, no?

Bien, pues ahora imagina una piscina. Una piscina especial. El suelo no está hecho de baldosas azules, como de costumbre, sino todo en su plenitud es un espejo. Al igual que el techo, un gran espejo que cubre toda la superficie de la piscina.
Ahora sólo quiero que te imagines dentro de esa piscina. Nadando. El efecto de los dos espejos opuestos daría sensación de infinito. Al nadar 'crol', y por tanto observar el suelo, se vería una realidad infinita y distorsionada por el agua. Al nadar 'espalda' se vería nítido el edificio más alto del mundo, interminable.
Sería como flotar. Flotar en la Nada. Porque la Nada es infinita. Infinita como dos espejos opuestos.
Imagina nadar en la nada y al mismo tiempo verte nadando en el aire, en el espacio irreal creado por dos simples espejos.


Molaría, eh?

2 comentarios:

Júlia Turbany dijo...

tia esto de ir a la piscina y estudiar psicologia es una mala combinacion...paranoiiiixx!!!!
pero... si, molaria ;)

Anónimo dijo...

Genial