Años sufriendo una guerra política,
toda una vida una guerra interior,
cuentos, aventuras y elegías,
me has transmitido tu alegría y tu dolor.
La Plata, austera, te recibió en su cuna,
salpicando un mar salado de pobreza,
niño por la mañana, padre a la luz de la luna.
Tu juventud se marchitó como una flor
la lucha, el exilio, rios de sangre por Perón
Desde Argentina hasta Alemania,
un te quiero y un adiós.
Entonces apareció ella,
madre frágil, blanca tez...
cuatro hijos, cuatro vidas,
un hogar al que volver.
Del Sol mediterráneo a los verdes campos del norte
De Madrid, ciudad sin mar, a Lisboa capital.
Capitales por capital... a Asturias vuelo de vuelta.
Y un te quiero, y un adios, un adios, un adios...
Brindemos por los buenos tiempos que trajo el viento.
Bebamos el dolor acumulado, y recitemos...
"Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento."
Abraza y arrastra la fuerza
Volando solo hacia tu cuna,
Besa la suerte y llora la rabia
Continua hacia adelante, divina esperanza.
Aunque Argentina te revuelva la tripa,
los recuerdos muerdan tu sien
aunque escarven un profundo surco
sé que atestándolo te pondrá bien.
En estas líneas mojadas de sal
se ahoga el recuerdo de lo que fue mal,
crece contigo, la confianza, la creencia;
Conmigo, la promesa, la ilusión.
Nuevamente un te quiero.
Nuevamente un adiós.
por tu suerte, tu desgracia
por tu inteligencia y razón
por tu poca fe y tu poca gracia
por llevar la lucha en el corazón.
Por todos los poemas que me has recitado
por tus "vení acá negrita"
por tus chocolates cuando venías de lejos
por tu amor y tus boleros
Por ser padre, mi papá,
mis errores y mis triunfos.
mi doler y mi luchar
te lo repetiré hasta la saciedad:
ME FALTAS Y ME VAS A FALTAR.
Te quiero y adiós, una vez más.