domingo, 13 de septiembre de 2009

Carta para nadie, sin nada que contar.


Me encanta divagar por mi mente y hallar en los rincones más recónditos verdades jamás expuestas ni conocidas, tan incoherentes como una mentira en mi mundo irreal.

Aliméntame de sueños sin sustancia y déjame crecer soñando alimentarme de ti.
Sueñame cuando no te lo pida y pideme que te sueñe despierta, acordándome de los detalles que sin quererlo, marcan la diferencia, entre lo que fue y lo que es, entre lo que es y lo que puede llegar a ser.

Escríbeme luego y no te leas, eso déjamelo a mí.

No te reboces en tus recuerdos que te pierdes el presente, y ten presente que de recuerdos se alimenta sólo el loco que se echa de menos.

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